lunes, 4 de marzo de 2013

Enteógenos y acceso a los mundos espirituales


   El acceso a los mundos espirituales es uno de los anhelos y misterios mas antiguos en el transitar del hombre en este mundo. Desde hace milenios se han seguido dos vías para acceder a los mismos. El camino mas largo, es aquel por el cual a través de trabajo interior y por medio de diferentes técnicas buscamos acceder a estos mundos espirituales (Os recomiendo el estudio de la obra de Rudolf Steiner a todos aquellos que os interese este camino). Esta es la vía de verdadera evolución del hombre. También contamos con otra vía que viene a ser un “atajo”. A través de diferentes sustancias naturales  o sintéticas entramos directamente en estos mundos. Nos llevaría largo tiempo intentar comprender las posibles consecuencias karmicas de hacer “trampas” a la hora de entrar en contacto con lo espiritual. Este fue un aspecto que analizó y preocupó de manera importante a Aldoaus Huxley uno de los exploradores mas prestigiosos que han indagado en esta vía. Dejando este aspecto a un lado vamos a adentrarnos en esta segunda via de abrir y atravesar las puertas de la percepción.



   Desde la mas remonta antigüedad, culturas de lo mas diversa han utilizado diversos elementos del mundo vegetal para acceder a los mundos espirituales. Las  motivaciones que existe para iniciar estos viajes son diversas. Como sanar enfermos, buscar respuestas relacionadas con los mundos espirituales, orientar y dirigir la vida de  grupos humanos, comprender  circunstancias que afectan en un momento determinado al grupo, etc.

   Uno de los investigadores que mas ha profundizado en el estudio de las denominadas plantas de poder es el etnobotánico Terence McKenna. Para este investigador la importancia de las sustancias psicoactivas es fundamental en la evolución de la psique de la humanidad.  Para este investigador tuvieron que darse tres etapas:

Terence McKenna

   Una primera en la que el hombre consume estas sustancias de manera accidental que habría provocado una agudización de los sentidos. Con la consecuente mejora a la hora de conseguir alimentos con el resultado de la mejora de calidad de vida.

   En una segunda fase el hombre tomaría conciencia de los efectos de estas plantas y su influencia en la estimulación sexual con sus consecuencias positivas en la expansión de la humanidad. La conciencia empieza a tener una lugar preeminente en la sexualidad con todas las consecuencias de carácter social, biológico  y familiar que ello conlleva.

   Como ultima fase sería aquella en la que se entraría en el carácter espiritual de los trances chamánicos. Ciertos miembros del grupo con una mayor facilidad para entrar en trance consumirían altas dosis de alucinógenos, adentrándose de esta manera en los mundos espirituales, en donde entrarían en contacto con  ciertas entidades que guiarían la evolución del grupo al que pertenecen.

   Otro de los grandes exploradores de los mundos espirituales como ya hemos comentado fue Aldoaus Huxley. Los primeros pasos desde un punto de vista científico los dio al ser llamado por el psiquiatra Humphrey Osmond, este se encontraba ante la necesidad de contar con un “conejillo de indias“ que le diera una visión intelectual, y con  capacidad de narrar  las experiencias producidas por los alucinógenos, en este caso con mescalina, de la manera mas correcta posible. En las  obras de Huxley podemos encontrar una exploración de lo sagrado, en contraposición a la  visión consumista y tecnológica dominante en la actualidad, que desecha todo aquello que emana espiritualidad y transcendencia. En este caso nos encontramos ante la gran suerte de que uno de los grandes intelectuales del siglo XX además de explorar las diferentes vertientes del fenómeno tiene una capacidad única, por ser un gran escritor, de narrarnos la experiencia de una manera descriptiva tan precisa que hace comprender la experiencia incluso a aquellos que no han pasado por la misma, además de analizar  la experiencia de una forma única. Tanto del aspecto positivo del fenómeno, como de aquel no tan difundido, el negativo. Hemos de tener en cuenta que una experiencia de estas características si no estamos espiritual y emocionalmente preparados puede llevarnos literalmente al infierno. Suya es la frase, “el infierno es un estado del alma”, no necesariamente hemos de morir para experimentarlo. Este oscuro aspecto podemos encontrarlo narrado en su obra “Cielo e infierno”.

Aldoaus Huxley
   Como acabo de comentar las experiencias con alucinógenos en una mayoría de las ocasiones es una experiencia muy positiva a nivel personal. Pero hemos de ser conscientes de la otra vertiente, la oscura, tan real en la experiencia como la positiva. Muchos de nosotros hemos querido experimentar con estos productos sin ser plenamente conscientes de este otro lado tenebroso de la experiencia.

   Otro aspecto importante  estudiado por el doctor Osmond,  del que hemos de tomar consciencia, es el caso de aquellas personas con ansias de transcendencia. Muchas veces sin saberlo ellas mismas, acaban  derivando en la toma de sustancias que no son las mas adecuadas, y que empujan a sus consumidores al abismo al no saciar ese ansia interior. Me estoy refiriendo a muchos por no decir la mayoría de drogadictos alcohólicos y demás “desechos sociales”, que en el fondo solo buscan un sentido y una transcendencia vital  a través de estas sustancias. Nos encontramos ante el curioso caso de muchas de estas personas  después de tomar una dosis de LSD guiados por psiquiatra u otro tipo de persona experta, encuentran aquello que anhelaban y automáticamente quedan desenganchados de sus dependencias gracias gracias a la experiencia. Esto es algo de sobra conocido y experimentado pero que por diferentes circunstancias se oculta con las graves consecuencias sociales por todos conocidos.

   Adentrándonos nuevamente en el viaje espiritual, vamos a intentar conocer las diferentes experiencias vividas por los viajeros. Hemos de tener en cuenta que dependiendo de las sustancias consumidas y las circunstancias personales nos encontramos diferentes matices en las experiencias. Desde aquella luminosa que llena de paz y calor  al “viajero” , que le aporta un sentido a su vida, esta es la mas positiva a nivel personal por la paz que aporta de hecho se da el caso que los que tiene esta vivencia no necesitan a nivel personal nunca mas volver a experimentarla.

   Por otro lado encontramos otra experiencia de un carácter por decirlo de alguna manera  mas chamánica. Lo primero que se encuentran los viajeros en este caso es un prisma que todos aquellos que entran en este mundo han de atravesar. Si tenemos tranquilidad y no retrocedemos ante el miedo se puede atravesar. Lo que nos vamos a encontrar es un mundo en el que habitan diferentes entidades con diferentes características. Algunos de ellos son “buenos” y buscan el bien para la humanidad. Otros simplemente no les interesamos  y por ultimo nos encontramos seres que buscan perjudicarnos. Estos últimos no pueden hacernos ningún daño lo único que pueden es asustarnos para que salgamos y no volvamos a los mundos espirituales, no quieren que evolucionemos.

   La pregunta es obvia, ¿que es lo que buscan los exploradores en la actualidad en estos mundos espirituales? Principalmente el hombre moderno busca conocimiento. A esto hay que añadir el deseo  de transcender del hombre, este es uno de los anhelos  mas potentes del ser humano. Hemos venido a este mundo a evolucionar y aprender  este ansia de conocimiento y transcendencia lo tenemos grabado en nuestra alma y somos empujados por una fuerza invisible a ello. Los enteógenos son una de las vías para satisfacer esta necesidades vitales, la otra, la mas noble, lleva a muchas personas a un  esfuerzo personal en el que se busca la perfección a través del esfuerzo. Esta opción lleva toda una vida de trabajo y de satisfacciones que los profanos no pueden ni llegar a imaginar.  


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